Soy una revientapelotas, lo confieso.
Después de cargar duramente en el bló propio y ajenos sobre los reyes magos y sus tradiciones, ayer, antes de empezar la cabalgata, gaspar me saludó con la mano y casi fibrilé.
Además, llevo alimentándome desde ayer noche exclusivamente de roscón de reyes(la dieta del roscón), eso si exceptuamos unos cuantos reyes de esos de chocolate que adquirí frenéticamente a la vuelta de la cabalgata. Que sí, que os lo podéis creer, que al final como salía de la estación del tren que está justo enfrente de mi oficina, me puse loca, la noche me confundió, el infantilismo me cobró como víctima y fui capaz de seguirla durante casi todo el recorrido sin sufrir lesión alguna. Que no se a vosotr@s, pero a mi esos caramelos que lanzan SSMM a diestro y siniestro (más bien a siniestro) cada día se me parecen más a los misiles tomahawk, que el año que viene me alquilo un escudo protector...
Y hasta aquí llega la crónica navideño-festiva 2008,
que me voy a estudiar Alemán, que además de no haber tocado un libro, he olvidado lo poco que aprendí.
Que por algo antes de iniciarse la vorágine navideña yo no quería vacaciones de Alemán.
Ahora sí:
el 2008 ha muerto,
qué viva 2009!!!