Pues va a ser que sí, que he jubilado a Amy, que la pobre estaba hecha una piltrafa, y he decidido sustituirla por los hombrecillos amigables que yacían dentro de una carpeta llamada Berlín. Cuentan que los Ampelmänner nacieron para sustituir a los semáforos estándar en la DDR. Después de la reunificación se empezaron a cambiar los semáforos de Berlín Este por los mismos que había en el Oeste pero la presión popular (muy acertadamente) consiguió que se siguieran conservando los antiguos semáforos con los hombrecillos amigables. Fue todo un acierto, hoy estos hombrecillos tan moooonos (personalmente el diseño me en-can-ta) se han convertido en un símbolo más de la ciudad, y todo hay que decirlo, en un gran negocio. Vaaaaaaale el coche es Francés, pero lo compré en un ataque de frivolidad (que desde fuera me favorece mucho el color) y además un mal día lo tiene cualquiera. Ya sabemos que las maquinas Alemanas son las mejores.
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5 comentarios:
Esos ataques de frivolidad son encantadores :)
Muchos besos!
Estás alemana, alemana.
Me gusta verte tan apasionada.
Uly,
antes muerta que sencilla.:D)
Yo estoy super a favor de la frivolidad que tiene muy mala fama y esta muy infravalorada.
Besos a cienes
Lo.Confidential,
natürlich!!.Lo soy de corazón.
Si yo te contara hasta donde ha llegado mi onda expansiva...
No sabía lo de los hombrecillos...
Pero a que son muy moooooonossssssss?
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