23.11.08

por fin





Tendría más o menos 12 años y estaba en un internado.

Mi madre tenía una amiga majérrima casada con un tiparraco y con una hija pequeña.
Pasar con ellos el fin de semana de vez en cuando no me pareció mala idea.
El tiparraco me traía el viernes por la tarde y me llevaba el lunes por la mañana de vuelta al cole...
hasta que yo no quise que me llevara más,
no quise volver más fines de semana a esa casa.
Nadie se lo explicaba con lo maja que era la amiga de mi madre, nadie lo sospechó...
Qué niña más rara, estará atravesando la edad del pavo.

Esto por supuesto no favoreció para nada mi adaptación en este país,ni en esta ciudad, y tuve que volverme.


Hace seis años lo conté a un psicólogo que es la única persona sobre la faz de la tierra que sabe mi secreto(y como es profesional, pues como una tumba), jamás lo he vuelto a contar.Tampoco lo he escrito, permanecía ahí en su cajetín correspondiente, en su compartimento estanco.

La lectura estos días de una mujer en Berlín, en la que la autora relata con pelos y señales las violaciones repetidas que sufrió, me ha desasosegado bastante. Lo mio no fue tan terrible, ni llegaron a violarme, pero eso da igual...
Ella escribía para salvar esas circunstancias. E incluso para soportar la situación recurrió al humor y a hablar abiertamente de lo ocurrido con otras mujeres que también lo habían sufrido.

A día de hoy pienso que lo tengo superado; en mi caso no existe odio, y el sentido de culpa (creo que esto es un sentir general a los niños que sufren abusos) que planeó sobre mi durante un tiempo ya ha desaparecido. Pero supongo que ha afectado a mis relaciones personales en general más de lo que pensaba. Incluso es posible que esta incapacidad mía para dejarme amar provenga de allí en cierta medida.

El psicólogo me dio el ok, y no hay nada de que preocuparse,
pero necesitaba escribirlo y contarlo al igual que hizo en su día Marta Hillers.

Buff,
lo he hecho,
y sin diván de por medio,

te lo puedes creer?






4 comentarios:

Anónimo dijo...

Pero en el fondo si lo piensas bien no hay ninguna razón objetiva en el pasado (sea el que sea) que nos impida estar bien y hacer lo que sea en el presente. Es simplemente "excusas" que nos ponemos nosotros.
Mi marido me dijo una vez que su primera novia no llegaba al orgasmo porque sus padres se habían separado. Yo pensé: ¿y qué tiene que ver? Pero esa era su razón y su bloqueo. De eso hay mucho en la vida, todos los sufrimos y es absolutamente ridículo.
Yo a veces lloro cuando voy a comprarme ropa porque pienso que todo eso no es para mí y me pongo triste al ver todas esas prendas bonitas. ¿Razones en el pasado? Muuuchas. Eso no quita que mi sentimiento sea ridículo ahora. Me siento indigna y no merecedora. Y hay que decirse muchas veces "¿indigna, yo? Y una mierda", para empezar a superar ciertas cosas.
Cada cual tiene su camino. Suerte en el tuyo, pero Marieta, déjate de excusas ya, y vive.

Anónimo dijo...

Hombre loles, para mi no es equiparable como "excusa" en absoluto la separación de unos padres con el haber sufrido abusos sexuales de niña, qué quieres que te diga...

No me has entendido bien, ya he dicho que lo tengo superado, pero eso no quiere decir que esa circunstancia sumada a otras cienmil hayan forjado de alguna manera mi carácter(yo soy yo y mis mil circunstancias). Quede claro que no sufro bloqueo alguno por este tema(ni lo utilizo como excusa),ni me siento indigna y mucho menos una mierda, faltaría más!
Y para mi vivir no es sinónimo de casarme-tener hijos porque es lo que la sociedad espera de mi. Simplemente, de momento, no he tenido suerte en el amor de pareja y estoy en un punto en el que no me apetece buscar(que es una opción tan buena como otra cualquiera). Y vivir, pues nena, vivo a veces mejor y a veces peor, supongo que como todo el mundo,no?

Anónimo dijo...

perdón

Anónimo dijo...

Pues mira, eso de no dejarte querer, es lo mismo que me pasa a mí, pero por otros motivos.
A mí la gente que nos jode la infancia si que merece un poco de nuestro odio. Es nuestro derecho.