11.12.08

de zapatos y pies

Hace un rato al salir de clase cayó un chaparrón de cuidado, de tanto cuidado que era imposible cruzar la calle sin que te llegara el agua a los tobillos( salvo que fueras un gigante-cabezudo de esos) pues el caudal que bajaba debía de tener unas dimensiones de aproximadamente 1.50m de ancho.
Esta mañana cuando yo salí de casa no llovía y me puse estas zapatillas que me encantan y no pesan nada pero que son como un papel de fumar. Fácil imaginar la situación y sus posibles soluciones:
a) o me hago con una pértiga a las 10:00 pm o
b) pido amablemente a una pareja que se dirigía a coger el coche que por favor me dejen cruzar la calle a través del asiento trasero de su vehículo.

Pues sí, la solución fue la b) para perplejidad de la pareja y risas una vez realizada la maniobra, que no daban crédito.
Y es que bajo ningún concepto pensaba yo mojar o ensuciar esas zapatillas.

Esta tremenda manía u obsesión de no soportar llevar los zapatos con una mancha procede (según cuenta mi progenitora) de mi más tierna infancia. Según ella desde que empecé a caminar nunca he podido soportar los zapatos sucios; si por alguna razón me ensuciaba me negaba rotundamente a dar un paso más a menos que me los limpiaran o me dieran algo para hacerlo yo. Fetichismos.


9 comentarios:

Anónimo dijo...

También podías haberte quitado las zapatillas y cruzar descalza la calle, luego ya en el coche te quitas los calcetines mojados, te pones las zapatillas secas y LIMPIAS y pones la calefacción del coche para que salga por abajo al máximo. Luego ya en casita: un masajito y listo.
Hay tantas soluciones como cabezas pensantes...
Y no me extraña que no las quisieras manchar, tan chulas e impecablemente nuevas!
Me suena que te gusta alegrarte la vida con esas pequeñas cosas: zapatos de colores y cosas así de colores bonitos y alegres...
Es una idea fantástica. En mi caso tengo debilidad por los calcetines, cuanto más ñoños e infantiles mejor: rayas que me hagan juego con las rayas del jersey, brujitas con escoba, gatitos o cebritas... Da igual que lleve botas y no se me vean, no iría jamás con cualquier calcetín viejo. Me hace sentirme bien.

Anónimo dijo...

Buff, Loles no, soy demasiado escrupulosa para pisar la calle sin zapatos.
Las zapatillas me encantan porque son super ligeras y yo necesito ir ligera por la vida.Y no son tan nuevas, es que a mi los zapatos me duran mucho.
Desde que recuerdo disfruto rodeada de cosas bonitas, para mi es importante que lo sean , da igual que se trate del portaminas con el que escribo, el llavero del coche o la taza del desayuno.Por eso me cuesta tanto comprar y encontrar las cosas perfectas.
Calcetines no suelo llevar, me dan demasiado calor, y aquí con medias de fantasía es suficiente. Pero en casa si que lo hago y me pasa como a ti, estos días acabo de sacar unos que conservo de mi etapa irlandesa con renos de navidad.:P

Anónimo dijo...

¿Sabes que yo también tengo esa obsesión? Tengo que llevar los zapatos limpios. Excepto las Converse, que son ya de batalla las pobres y se ensucian enseguida cuando salgo de fiesta.

Anónimo dijo...

Y tienes un gusto increíble en cuanto a calzado se refiere.

Anónimo dijo...

Sí las converse se ensucian mucho, y en invierno más.

Bolbo, el segundo comentario he de entenderlo como un halago, o tiene una segunda parte? :

"pero tienes un gusto fatal para la ropa,los tíos etc..."

Esas zapatillas las adoro, y además no fueron muy caras.

Anónimo dijo...

Me encantan, lo decía en serio.

Anónimo dijo...

Me las traje de berlín.:D)


Por cierto, hasta el momento me he sentido incapaz de pisar el "Dolce Vita" y ver qué se cuece por allí en cuanto a estilismos se refiere.

Anónimo dijo...

Primark! tienes que ir al Primark. Cógete una cesta, te hará falta. Es una graaaaaaan tienda a unos precios de risa.

Anónimo dijo...

Ritz,
seguro que vas tú antes,
a la de aquí, digoooooo.:D)